miércoles, octubre 01, 2008
Publicado por Carlos Macedo at 8:13 p. m.

Un candoroso error, de esos que son pintorescos y hasta simpáticos.
Y tiene una historia particular, ya que al pote se lo compré a un adorable viejito que me contó historias de cuando yo no había nacido.
Un dulce, el viejito.
Dulce para el furcio, el viejito.
 



2 Comments:


At 9:06 p. m., Anonymous Anónimo

Un dulce...hay que perdonarlo!

Saludos

 

At 2:23 p. m., Blogger Fabiana

¡Qué vestiaaaa!